Rafael Pérez Escolar cuenta en sus memorias que los presos de Alcalá Meco, donde fue internado por el Caso Banesto le preguntaban ante todo una cosa. ¿Dónde habéis escondido los 600.000 kilos?

Está clarísimo. La gente corriente ordinary people- leía en la prensa y veía en televisión, una y otra vez, que el agujero de Banesto se elevaba a 600.000 millones de las antiguas pesetas (3.600 millones de euros). Por tanto, si los condenaos habían sido Mario Conde, Lasarte, Romaní, Pérez Escolar, etc., estaba claro que aquello tipos geniales habían afanado 600.000 millones y los tenían escondidos en billetes grandes debajo de algún ladrillo ubicado, pongamos por caso, en Gran Caimán. Unos tipos admirables para la población reclusa.

Escolar empleó muchas horas en explicar dos matices: que no era verdad que se hubieran llevado esa pasta y que un agujero no es una apropiación, sino un término mucho más complicado, que no complejo, de la terminología financiera. Al final, como era de rigor, el Gobierno socialista aprovechó las razones económicas, que las había, para cargarse a Mario Conde por motivos políticos que también los había. Por lo tanto, era preciso hacer economía con las cámaras de TV y exagerar hasta la náusea el agujero de la entidad.

Pero sólo pudimos hace cuentas cuando Emilio Botín se hizo con Banesto y lo reflotó. O mejor, cuando Emilio Botín hizo el mejor negocio de su vida con el presunto agujero milmillonario. Y los clientes agradecidos, oiga, porque el Gobierno de Felipe González les había salvado del malvado Conde sí, era bastante malvado, pero esa no es la única cuestión en esta historia- y les había devuelto su dinero. Botín, por su parte, había demostrado que era el mejor entre los mejores, especialmente llenándose el bolsillo, porque naturalmente, el famoso agujero no eran 3.6000 millones de euros, ni la mitad, ni la mitad de la mitad, ni la mitad de la mitad de la mitad, pero, eso sí, en ocasiones el erario público, es decir, usted y yo, pagamos como si lo fuera, y contribuimos, con nuestra modesta aportación, a que don Emilio aumentara un poco su fortuna, su posición en la banca internacional y su vanidad profesional. Todo sea por hacer felices a dos buenas personas. Felipe González y Emilio Botín.

Ahora, con Afinsa y Fórum Filatélico, parece haber ocurrido algo similar. Por ejemplo, cómo es posible que los tres periódicos más vendidos de España El País, El Mundo y el ABC- publiquen jueves 11- el mismo titular es decir, proveniente de la misma fuente- asegurando que las dos sociedades intervenidas sólo podían responder del 25% de los depósitos. Naturalmente: es más, si ahora mismo los clientes del Santander acudieran todos, al mismo tiempo, a sacar su dinero de la cuenta, comprobarían con estupor que ni tan siquiera posee un 10% de los depósitos. El asunto se llama encaje financiero o multiplicador bancario y viene de muy lejos.

Luego está la gran pregunta: ¿Afinsa y Forúm Filatélico son fraude fiscal o fraude financiero? Porque si, como parece, sobre todo porque todo empezó en la Agencia Tribuaria, se trata de un fraude fiscal gente que no paga a Hacienda y que utiliza el mejor instrumento para defraudar, que siempre han sido las entidades que juegan con el dinero de los demás- entonces lo que ha hecho el Gobierno es una verdadera burrada. Ha creado pánico financiero y ha convertido la imagen en realidad: todo el mundo quiere huir del barco, el barco se queda sin navegantes y, en efecto, se hunde.

Y si se trataba de un fraude financiero, por ejemplo, una estructura piramidal, donde pago a clientes antiguos con el dinero de clientes nuevos, mientras distraigo euros hacia mi bolsillo, entonces ni se comprende cómo ha durado esto más de veinte años, ni se comprende que se llamara a las cámaras de TV y a policías armados hasta los dientes: lo mejor hubiera sido justamente lo contrario : cesar a los administradores, colocar a peritos públicos y mantener la entidad en funcionamiento.

Y los responsables, tanto en uno como en otro caso, al trullo, pero sin alharacas informativas. Porque esto parece la Estrategia Marbella. ¿Hay que adormecer al ciudadano tras inyectarle en vena el Estatut? ¡Escándalo en Marbella! ¿Hay que narcotizar al pueblo ante las cesiones a los terroristas de ETA? Escándalo filatélico.

¿Primera sentencia de la etapa democrática por detenciones ilegales por razones políticas (lo de Bono bien puede calificarse como presos políticos)? ¡Escándalo Afinsa! Y todo se olvida.

Personalmente, me sorprende que, al revés que ocurriera en un caso como Gescartera, empleados y directivos de Afinsa y el Fórum insistan en dar la cara y manifestar que pueden hacer frente a sus obligaciones. Pero son pocos lo que les escuchan. Los damnificados es lógico- porque quieren recuperar su dinero; las autoridades judiciales porque son autómatas que reaccionan a instancias de parte, en este caso a instancias de la fiscalía y de la Agencia Tributaria, ambas dependientes del Gobierno; los medios, porque nos dejamos engatusar por cifras marmóreas, absolutamente falsas e interesadas. Y si alguien pregunta más de la cuenta, pues para eso están los tribunales, para hablar de secreto del sumario.

No lo duden, a los damnificado de Afinsa-Forum, el Gobierno, este Gobierno, les salvará. Con el dinero de todos, pero les salvará. Faltaría más. Aunque, por el momento, ni eso : la vicepresidenta primera, Teresa Fernández de la Vega ha declarado a Hispanidad que no es posible crear un Fondo de Garantía de Depósitos que responda de las posibles pérdidas.

Eulogio López