Según la vicepresidenta, tras el contrato-programa firmado con el ADIF para los próximos 3 años, España dedicará 2/3 de los 23.000 millones del contrato en las líneas de alta velocidad mientras que destinará la mitad del presupuesto en las líneas convencionales. ¿Cómo se hace esto? Muy fácil, es tan sencillo como convocar el Pacto Antiterrorista y pretender hacerlo compatible con un acuerdo con el PNV que quiere la derogación de la ley de Partidos, la legalización de Batasuana y el diálogo con ETA.