La vida muelle no es propicia al sacrificio.
Sólo los fanáticos, los fanáticos del Real Madrid, los que han perdido el madridismo, pueden creer en el proyecto Florentino.

Al menos, después de haber contemplado la impotencia de los jugadores blancos el pasado miércoles, en el Santiago Bernabéu, frente a un equipo como el Lyon, mucho más modesto. El equipo de Florentino Pérez, hecho a golpe de talonario, demostró lo que es: un equipo de pijos, incapaz de sacrificarse.

Sacrificio no es apresuramiento bobalicón. Por contra, el sacrificio suele ser discreto y pausado.

Cuando se pagan 90 millones de euros por un futbolista y éste piensa, antes que nada en engrosar su cuenta corriente, luego no le pidas esfuerzo, sacrificio, porque sencillamente es incapaz de ello: nadie da lo que no tiene. Lo que Ronaldo, o Kaká, o antes Beckham y tantos otros llaman profesionalidad no es más que un quiero y no puedo, un intento de amedrentar al contrario con un nombre, un prestigio falso y muchos ceros en el banco, pero ese sistema sólo funciona cuando el contrario se deja amedrentar.

¿Qué era el madridismo? Madridismo era que a unos chavales de barrio le pusieras una camiseta blanca y mordieran por dar un espectáculo, tras muchas horas de entrenamiento en callejones o barrizales. ¿Por qué los mejores jugadores del mundo durante los últimos 40 años han salido de países pobres, como Brasil y Argentina? Pues porque estaban acostumbrados a sufrir.

Es lo mismo que pasa con los toros. ¿Diestros ricos por su casa? Eso no es un torero, es una pose. Quien de verdad transmite riesgo es el matador que en verdad se juega su vida frente a la fiera, y pocos hijos de papá están dispuestos a jugarse la vida en una plaza o a esforzarse en un estadio. De ahí el triunfo de José Tomás. Y no es que Tomás haya salido de la calle pero -la otra condición para el sacrificio- si no ha pasado hambre el dinero le importa lo necesario para no pasar necesidad y no está obsesionado por acumularlo. Le gusta la Fiesta por lo que es. ¿Dirían ustedes lo mismo de Ronaldo?

El problema del Real Madrid es que ha perdido el madridismo. Un equipo de fútbol necesita un gestor pero, antes que eso, necesita a alguien que considerare al equipo algo más que un negocio. En esto, se parece algo a los editores: si un medio informativo no es más que una empresa, entonces no es un medio.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com