• Fue una solución considerada por Israel pero rechazada por Yaser Arafat (OLP).
  • Hamás se ha opuesto históricamente por su rechazo a reconocer la existencia de Israel.
  • También muestra la tendencia de Hamás a cooperar con la OLP. Podría poner fin al conflicto entre israelíes y palestinos.
  • La postura de la Iglesia católica respecto a la ciudad santa es que debe ser internacional, al ser la cuna de las tres religiones monoteístas.
Este jueves ha tenido lugar una noticia importante por su relevancia internacional. Y es que el líder en el exilio del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás), Jaled Meshal (en la imagen), ha expresado su aceptación de la solución basada en dos estados sobre las fronteras de 1967 y con Jerusalén Este como capital palestina para poner fin al conflicto entre israelíes y palestinos.

Hamás es una organización palestina que se declara como yihadista, nacionalista e islámica. Su objetivo es el establecimiento de un estado islámico en la región histórica de Palestina, que comprendería los actuales Israel, Cisjordania y la Franja de Gaza, con capital en Jerusalén.

Para darnos cuenta del alcance de la noticia y contextualizarla, hemos acudido a Wikipedia que, aunque denigrada por muchos y contener errores, no deja de ofrecer síntesis interesantes. La Guerra de los Seis Días fue un conflicto bélico que enfrentó a Israel con una coalición árabe formada por Egipto, Jordania, Irak y Siria entre el 5 y el 10 de junio de 1967. Tras la Guerra de los Seis Días, Israel ocupa la Franja de Gaza y la Península del Sinaí de Egipto, los Altos del Golán de Siria y Cisjordania (incluyendo Jerusalén Este) de Jordania.

Así pues, Jerusalén Este fue conquistada por Israel y anexionada al resto del municipio jerosolimitano. Este sector de la ciudad incluye la Ciudad Vieja y algunos de los principales lugares religiosos como el Muro de los Lamentos, el Santo Sepulcro, y el Monte del Templo o Explanada de las Mezquitas.

Tras la conquista israelí, la OLP y luego la Autoridad Nacional Palestina han reivindicado Jerusalén Este como capital del futuro Estado palestino. En 1993 el líder de la OLP, Yaser Arafat, reconoció el Estado de Israel en una carta oficial enviada al Primer Ministro israelí Isaac Rabin. En respuesta a la carta de Arafat, Israel reconoció a la OLP como "legítimo representante del pueblo palestino", dando inicio a los Acuerdos de Oslo.

No obstante, los Acuerdos de Oslo, firmados el 13 de septiembre de 1993, aplazaron la decisión acerca del estatus permanente de Jerusalén para las etapas finales de las negociaciones entre Israel y los palestinos. La posibilidad de la capitalidad en la zona oriental de la ciudad de un futuro estado palestino, fue considerada por Israel por primera vez durante la Cumbre de paz de Camp David del año 2000 y en la Cumbre de Taba en el 2001, pero fue rechazado por Yaser Arafat. Estas negociaciones terminaron sin acuerdo y tal posibilidad no ha vuelto a ser considerada por Israel desde entonces.

Pero, como decíamos, este jueves el líder en el exilio del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás), Jaled Meshal, ha expresado su aceptación de la solución basada en dos estados sobre las fronteras de 1967 y con Jerusalén Este como capital palestina para poner fin al conflicto entre israelíes y palestinos y ha pedido al monarca jordano, Abdulá II, que comunique su postura al presidente estadounidense, Barack Obama.

En respuesta a estas noticias, el jefe negociador palestino, Saeb Erekat, ha valorado que la aprobación por parte de Hamás de la solución basada en dos estados, a la que se ha opuesto históricamente en base a su rechazo a reconocer la existencia de Israel, muestra la tendencia de la formación a cooperar con la Organización para la Liberación de Palestina (OLP).

Recordemos que, recientemente, la Asamblea de Naciones Unidas aprobó el reconocimiento de Palestina como 'Estado observador' no miembro.

A todo esto, la postura de la Iglesia católica respecto a Jerusalén es que la ciudad santa debe ser una ciudad internacional, al ser la cuna de las tres religiones monoteístas. Esto contradice a los judíos y a los palestinos musulmanes, que quieren la ciudad para sí. Pero la Iglesia también reivindica a Jerusalén como ciudad propia, pues ahí murió Cristo en la cruz, fundando el cristianismo.  

José Ángel Gutiérrez
joseangel@hispanidad.com