Sr. Director:

Una gran parte de los españoles, católicos practicantes, abatidos moralmente desde los trágicos sucesos del 11-M y sus desastrosas consecuencias, teníamos verdadera sed de un medio de comunicación que llamara las cosas por su nombre, como lo es el semanario ALBA.

Si el que una mujer embarazada tome una pastilla para matar a su hijo, se le llama "interrupción voluntaria del embarazo" y no asesinato, ¿por qué si uno le clava un cuchillo al vecino y lo mata no se le llama "interrupción voluntaria de la vida del vecino"?

Un matrimonio es la unión entre un hombre y una mujer. Por lo tanto, la unión entre dos hombres o dos mujeres no puede llamarse matrimonio (que se llame "plastifordonio", por ponerle un nombre nuevo...). Parecerá algo estúpido, pero no lo es. Porque eso de no llamar las cosas por su nombre, es uno de los mayores males que perviven en nuestra sociedad.

Este Gobierno está gobernando contra España. Están tirando de ella por todos lados, haciéndola jirones. Quieren dar los mismos derechos a un gay que a una madre de familia; quieren respetar al musulmán, mientras desprecian al católico; quieren ampliar el aborto y seguir matando niños, mientras condenan la pena de muerte en EEUU (la cual, no defiendo en absoluto). Sin embargo, llaman "anticuado", "inadaptado social", "insolidario" a los partidarios de la unidad de España, los que condenamos el aborto, los que queremos preservar la familia. Terminologías confusas engañan a personas aún inmaduras y a las que tienen escasa cultura. Claro, que éstos son votos para el PSOE, no hay que olvidarlo.

Patricia Bausá

patri_manolo@hotmail.com