Sr. Director:
Más allá de la polémica suscitada por las palabras del Papa sobre la utilización del preservativo, cobra relevancia también su nítido mensaje de preocupación por España como país de contrastes dramáticos entre secularidad radical y fe decidida.

 

El laicismo radical que el Gobierno confunde deliberadamente con el carácter aconfesional del Estado, unido al declarado anticlericalismo de miembros del partido en el poder, configuran una realidad incuestionable: el Ejecutivo ha actuado hasta ahora con animadversión hacia la Iglesia. Y si hasta ahora el PSOE no ha aparcado su Ley de Libertad Religiosa, es porque nunca antes tomó conciencia cierta del serio daño electoral que le causaría.

Suso do Madrid