En España, en un claro intento de recordar a los espectadores la genial La cena de los idiotas,  esta comedia la han traducido como El juego de los idiotas, que nada tiene que ver con su título original: La doublure.

 

Se trata de la última película dirigida por Francis Veber, un cineasta que nos ha brindado comedias de humor inteligente como la mencionada La cena de los idiotas o Salir del armario.

 

Veber vuelve de nuevo a recuperar a François Pignon, su personaje fetiche, representación del ciudadano medio francés, al que en esta ocasión el director convierte en un infeliz aparcacoches. Este se ve involucrado, de forma involuntaria,  en un asunto de faldas que le cambiará la vida. Un empresario millonario es fotografiado por los paparazzis con su amante, una famosa top model. Para que su esposa (la verdadera poseedora de la fortuna) no se divorcie de él, el empresario intenta convencer a todos de que el verdadero acompañante de la top model es el aparcacoches que, circunstancialmente, también aparece en las instantáneas

 

Aunque esta comedia de enredo resulta afortunada en su crítica a una sociedad basada en las apariencias y su desarrollo es simpático y contiene situaciones sumamente graciosas, no posee la calidad de la genial La cena de los idiotas.

 

Para: Los que vayan al cine a reirse un rato