Sorprendidos están los madrileños que circulan por una de las carreteras de circulación de Madrid, a la altura de IFEMA, el polígono empresarial más importante de la capital de España. Allí se puede ver un edificio de más de 12 plantas con toda su fachada tapada por un gigantesco panel con la imagen de Nestor Kirchner y una leyenda que afirma lo siguiente Bienvenido Presidente.

Uno podría pensar que en tal edificio se encuentran los servicios de la embajada argentina en Madrid y que a algún diplomático especialmente pelota le ha dado por agasajar a su presidente con motivo de su visita a España.

Pero no, encima del megacartel aparece el logotipo de Aerolíneas Argentinas, propiedad del grupo español Marsans y al que el Gobierno Kirschner ha impugnado ante los tribunales y antes los Registros Mercantiles argentinos. En España los dos principales accionistas de Marsans, Gonzalo Pascual y Gerardo Díaz, así como su empleado Antonio Mata, primer ejecutivo de Aerolíneas Argentinas han sido imputados por los delitos de desvío de fondos públicos.-fondos públicos españoles para reflotar Aerolíneas Argentinas- falsedad en documento mercantil y fraude fiscal.

Así que este ditirambo de Aerolíneas hacia Kirchner, que tan enfadados tiene a los sindicatos de la compañía, podría acabar de forma vergonzante, dando carpetazo al escandaloso caso Aerolíneas por la siguiente vía: el Gobierno argentino o alguno de sus empresarios afines, -a Kirchner le encanta el esquema del beautiful people- se harían cargo de la gestión de Aerolíneas y la Casa Rosada retiraría las impugnaciones contra Marsans. Al mismo tiempo, el erario publico español realizaría otra aportación- esperemos que la última- para el reflotamiento de Aerolíneas, compañía en la que el contribuyente español ya ha perdido una cantidad que ronda los 3000 millones de dólares. Todos, Madrid, Buenos Aires y Marsans, contentos, y el contribuyente pagando. ¡Bienvenido, Presidente!