Sr. Director:
En relación con los resultados del informe PISA 2012 CONCAPA desea resaltar algunos datos y realizar las consiguientes valoraciones:

En matemáticas la puntuación que alcanza España es de 484 puntos frente al promedio de la OCDE de 494 puntos, ocupando el puesto 25 entre los 34 países miembros. En comprensión lectora la puntuación media de los estudiantes españoles es de 488 puntos, 8 puntos inferior al promedio de los países de la OCDE, ocupando el puesto 23. En ciencias los alumnos españoles obtienen 496 puntos, el mejor resultado de las tres materias examinadas, pero 5 puntos inferior al promedio de la OCDE (501), ocupando España el puesto 21 entre los 34 países de la OCDE.

Lamentablemente el informe PISA evidencia que los alumnos españoles se han estancado en matemáticas,  y no sólo no han avanzado entre 2003 y 2012 sino que han retrocedido un punto. En lectura (488 puntos) obtienen resultados  inferiores a los que alcanzó España en PISA 2000 (493). Y en ciencias, aunque se mejoran los resultados el incremento no es estadísticamente significativo.

Por comunidades autónomas la diferencia entre la mejor y la peor puntuación en matemáticas ha sido de 55 puntos, lo que equivale a un curso escolar y medio.

A pesar de haber aumentado el gasto por estudiante en 21.108$ entre 2000 y 2012 los resultados de España no han mejorado. Y a pesar de que la ratio alumnos por profesor es ligeramente más baja en España (12,5%) que en la OCDE (12,6%) esto tampoco ha contribuido a mejorar los resultados.

Aunque los alumnos españoles de la ESO reciben 147 horas de clase al año más que la media de la OCDE (907) sin embargo dedican menos horas de clase al año a las matemáticas, lengua y ciencias.

En cuanto a la rendición de cuentas en la OCDE el 45% de los alumnos asisten a centros que hacen públicos sus resultados mientras que en España esa cifra se reduce a un 13%.

A la vista de los resultados reseñados por el informe PISA 2012 en España podemos extraer algunas conclusiones:

Se hace patente que España se encuentra muy por debajo de la mitad de los países de la OCDE con peores resultados, habiendo retrocedido, o experimentado una insignificante mejora en matemáticas, lengua y ciencias entre 2003 y 2012. Tales datos avalan la necesidad de una reforma educativa en profundidad, mucho más intensa que la que ha supuesto la LOMCE, a la que no podemos negar que supone un cambio positivo de tendencia para erradicar el grave fracaso y abandono escolar.

Que exista una diferencia entre la mejor y la peor puntuación en matemáticas por comunidades autónomas equivalente a un curso escolar y medio resulta inaceptable y refrenda la necesidad de pruebas objetivas y externas planteadas por la LOMCE para poder homologar los conocimientos que reciben los alumnos en todo el país.

A pesar de que se acusa al sistema educativo de falta de medios económicos y de profesores, lo cierto es que la mayor inversión y la menor ratio no han conseguido equipararnos en calidad educativa con los países de la OCDE que se encuentran entre los primeros puestos de la tabla.

Reforzar las asignaturas troncales se impone como una conclusión de sentido común al observar que, aunque nuestros alumnos reciben más horas de clase que la media, obtienen peores resultados, posiblemente también porque reciben menos horas de clase al año en matemáticas, lengua y ciencias.

En cuanto a la rendición de cuentas, que resulta clave para aumentar el rendimiento educativo, CONCAPA ha exigido durante toda la gestación de la LOMCE que los directores de los centros educativos rindan cuentas económicas y pedagógicas ante las familias -verdaderas destinatarias y protagonistas de la educación- ofreciendo el consiguiente plan de mejora para el curso próximo, sin haber conseguido que dicho mecanismo sea contemplado de forma preceptiva por la ley.