Mientras, el presidente del Gobierno se enfrenta a un nuevo caso Montilla

 

López no niega a ceder la Lendakaritzia.

Radios y televisiones no hablan de otra cosa en España que de las cesiones de Zapatero ante el PNV para que le aprueben los Presupuestos Generales del Estado para 2011. Ahora bien, el PNV no desea ningún traspaso de competencias sino la Lendakaritzia perdida. ZP estaría dispuesto a proporcionársela, ciertamente, pero Patxi López no. Por eso, López pactará con quien sea -con el PP o con el PNV- pero no cederá el cargo ni tan siquiera aceptará la premisa del PNV: al menos, que el partido más votado sea quien gobierne tras las elecciones. Sabe que el partido más votado muy probablemente volverá a ser el PNV.

ZP se enfrenta así a otro caso Montilla, cuando, la noche de las últimas elecciones catalanas, le animó a ceder el puesto a Artur Mas. Montilla le burló y Mas y ZP rompieron para siempre.

En cualquier caso, en la mañana del miércoles, ZP recibía un nuevo rejonazo, ésta vez no del sector democristiano de CIU sino del independentista, portavoz en el Parlament, Oriol Pujol, quien animaba al PNV a no apoyar a ZP para que no pueda agotar la legislatura, bajo el argumento de que ZP no es de fiar.

Por cierto, Zapatero se enfrenta a otro problema: el interno. Y ese puede ser el más grave. Conviene deshacer el equívoco: los felipistas consideran que ZP es un desastre y quieren sustituirle por Solana, pero no quieren perder las elecciones. Así que no optan por anticipadas sino por Primarias para las generales de 2012, que es cosa distinta.

Eulogio López

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