Los socialistas se refieren a su líder, José Luis Rodríguez Zapatero, con ese despectivo calificativo; los populares, escogen para su Mariano el de sangre-horchata. Y no lo olviden: toda calumnia es cierta, y no digamos toda injuria.

Las tres encuestas -por fin vuelven los editores a las encuestas- revelan que los encuestados, antes ciudadanía, también conocidos como pueblo soberano, sospechan lo mismo que los militantes y altos cargos de ambos partidos: que ZP es un bobo solemne, además de rencoroso, que el día en que abandone La Moncloa se verá abocado a vivir de ex / o de ponerse a la cola del paro y que don Mariano un tipo que sería feliz dirigiendo el primer partido de la oposición un funcionario fuma-puros.

No lo duden, la política española saldrá del pozo cuando echemos al ignorante resentido y la política española se regenerará cuando jubilemos al que tiene horchata en las venas y sus principios bien asentados en un cohíba.   

Eulogio López

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