La parroquia de Sant Esteve, perteneciente a la diócesis de Terrassa, participa en el patronato

 

El arzobispado puso manos a la obra tras la denuncia aparecida en ABC.

Nunca es tarde si la dicha es buena, cuenta el dicho popular. Eso se podría decir de la decisión tomada por el Hospital Asilo de Granollers  de interrumpir la práctica de abortos en su centro.

Llevar a cabo este tipo de acciones es de por sí un cobarde asesinato, pero si encima en el patronato del hospital participa una parroquia de esa población, la situación es más increíble. El rector de la parroquia de Sant Esteve es uno de los vocales y el vicepresidente es nombrado directamente por la misma parroquia.

Todo se sucedió a raíz de una denuncia en la que se explicaba que dos hospitales vinculados a la Iglesia, uno en Barcelona y otro en Granollers practicaban abortos. Tras cierta sorpresa desde el obispado de Terrassa se consultó a Barcelona y dos meses después se ha logrado que dejen de practicar los abortos en el centro. Al menos en Granollers, pues desde el arzobispado de Barcelona parece ser que no se ha hecho nada para que se dejen de practicar en el hospital de Sant Pau.

Cataluña es una de las comunidades autónomas donde más abortos se llevan a cabo: más de 20.000 al año. Al menos, a partir de ahora habrá un lugar menos donde practicarlos. Eso sí, parece que habrá que esperar a que el Departamento de Salud de la Generalitat catalana dé su visto bueno.

Pero confiando en su buena disposición y su talante ante las decisiones de la gente, se supone que no habrá problemas.

Por cierto, resulta llamativo que uno de los centros catalanes donde se practican estas atrocidades se llame Hospital Materno-Infantil del Vall DHebrón.

Una macabra curiosidad.

Juan María Piñero

juanmaria@hispanidad.com