Cada vez más jóvenes son chantajeados, en torno al uso desenfrenado del sexo, a través de los medios de comunicación y de otros canales a través de los cuales los adolescentes coquetean.

Las consecuencias de un empleo desequilibrado, desestabiliza hormonalmente a la persona. De todo ello informa con certero acierto Lole Bravo.

Sr. Director:

La tasa de fertilidad masculina disminuye año tras año. Recientes estudios sobre aguas residuales en EEUU y Canadá advierten que la feminización de los aparatos reproductores de algunos peces de río se deben a los anticonceptivos hormonales femeninos que acaban en el caudal de aguas residuales después de pasar por los desagües disueltos en la orina.

El mismo efecto se supone en varones de la especie humana que han disminuido la cantidad (hasta un 50%) y la calidad de espermatozoides.  La píldora, además, disocia sexo de procreación, la cual ya no se considera como un tesoro sino como un fracaso que hay que evitar a toda costa.

A los jóvenes se les vende y promociona una sexualidad cutre asociada a un condón, en el mejor de los casos. No se les habla de que la finalidad primaria del sexo es la preservación de la especie y el fortalecimiento de la relación conyugal y que éste encontrará en el matrimonio la trayectoria y sentido verdaderos cuando esté abierto a la vida.

Lole Bravo

mariadoloresb@gmail.com