Sr. Director:

Quería llamar su atención y la de todos los lectores de Hispanidad sobre el programilla que perpetra cada noche en la TV un sujeto que se hace llamar "Gran Wyoming" (en realidad, un médico frustrado que ejerce de gurú progre). Anoche, la manipulación, el sesgo y la mala baba que son en él habituales llegó a un punto que para mí personalmente resulta insoportable:

- Primero hizo befa y escarnio del fundador del Opus Dei con el pretexto de que la Prelatura va a realizar (según se dijo) una película sobre la vida del santo. Se remedó dos hipotéticos carteles de la supuesta película, en uno de los cuales, sobre todo, aparecía la cabeza de San Jose María montada sobre un cuerpo de mujer en actitud provocativa, a lo Sharon Stone en "Instinto básico". Todo aderezado con los "ingeniosos" comentarios del presentador.

- Pero lo peor, a mi juicio, fue una especie de reportaje de pseudo-investigación sobre sitios web en los que se afirma la posibilidad de cambiar la orientación homosexual.

En un constante tono de burla, entresacando frases de su contexto, se presentó a los promotores de esas páginas como si fueran idiotas perdidos y como si lo que presentan fuera algo descabellado y no una propuesta muy respetable (pero ya se sabe cómo la tolerancia y el respeto con el que "estos" se llenan la boca son muy selectivos), además de VERDADERA: muchas personas, con la atención profesional adecuada, cambian su orientación homosexual, causa de honda desdicha para muchas personas que, lejos del "orgullo gay", experimentan la dolorosa realidad del estilo de vida homosexual.

Se aludió al doctor Polaino y a su valiente comparecencia ante la comisión del Congreso (lo de valiente, por supuesto, lo digo yo). Se emitió la grabación de un presunto ex-paciente de don Aquilino, que afirmaba que éste llegaba a emplear el electro-shock con sus pacientes gays. Creo que hay motivo para una demanda del doctor por difamación y calumnias.

En fin, señor Director, personalmente me espanta lo que está sucediendo. La dictadura de lo políticamente correcto impide cualquier debate auténtico sobre temas verdaderamente importantes, como este de la homosexualidad; sólo hay burlas y descalificación previa de cualquier voz que disienta de esta progreortodoxia inquisitorial con torquemadillas como el pequeño Wyoming.

Antonio Sastre

sastrejimenez@yahoo.es