Hispanidad ya informó que el ministro de Industria, Josep Montilla, volvería a acosar a los presidentes de las privatizadas en septiembre. Dicho y hecho, Montilla ha vuelto a poner el dedo en la llaga en una entrevista concedida a Europa Press. En ella señalaba que si fuera accionista de ciertas empresas privatizadas no pondría a "determinadas personas" al frente de las mismas, mientras que a otras "no tendría ningún problema en ratificarlas" en sus cargos.

Por supuesto, Montilla prefiere no dar nombres. Pero lo que está claro es que "los amigos de Aznar" siguen en la picota, a pesar del besamanos de los presidentes al actual gobierno y de la fidelidad demostrada durante este año y medio. Es igual. Montilla vuelve al ataque. Pincharon en hueso con FG, pero triunfaron con Cortina en Repsol.

Ahora ya han aprendido. Y el camino para mover la silla a Alierta, Pizarro y FG ya no será la guerra en campo abierto, sino a través de los accionistas. Pero como los accionistas no existen, será a través de los accionistas de referencia. En primer lugar, las cajas de ahorros (La Caixa principalmente y Caja Madrid también). Pero sobre todo, a través de los fondos de inversión. A estos fondos no les gustan las interferencias gubernamentales, pero tampoco les gusta navegar en contra del poder. Además, George Bush sentó doctrina hace seis meses sin que nadie la haya desmentido : "Los fondos de inversión sí tienen patria y no pueden actuar en contra de los intereses de los Estados Unidos". Mutatis mutandi , Zapatero dirá algo parecido. Menos solemne, pero en la misma línea.