Lo hicieron tanto el secretario de Estado, John Kerry, como el vicepresidente, Joe BidenLo último en Ucrania es que el Gobierno ucraniano ha puesto fin formalmente a la tregua por Semana Santa y va a relanzar la "fase activa" de su "operación antiterrorista" contra los grupos separatistas prorrusos armados presentes en el este del país. El viceprimer ministro, Vitali Yarema, ha explicado a los periodistas que "en el futuro próximo se adoptarán medidas adecuadas y veréis los resultados".

Según Yarema, "hemos obtenido el apoyo de Estados Unidos de que no nos dejarán solos con un agresor". "Esperamos que en caso de una agresión rusa, esta ayuda sea más sustancial", ha añadido.

Precisamente, la ayuda de EEUU es principalmente diplomática, tal y como ha puesto de manifiesto las declaraciones del secretario de Estado, John Kerry, quien ha advertido a su homólogo ruso, Sergei Lavrov, de que Washington impondrá nuevas sanciones contra Moscú si no toma medidas para reducir la tensión en el este de Ucrania.

Lo mismo dijo, horas antes, el vicepresidente estadounidense, Joe Biden, quien pidió a Moscú que "deje de hablar y empiece a actuar" respeto a la rendición de los separatistas prorrusos que mantienen ocupados edificios oficiales en el este de Ucrania y subrayó que Rusia se enfrentará a nuevas sanciones si mantiene su actitud provocadora.

Seguramente, si EEUU trata de apagar este fuego desatado en el este de Europa es pensando en sus propios intereses. Tampoco nos chupemos los dedos.

Andrés Velázquez
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