Sr. Director:

Zapatero tiene miedo a las movilizaciones sociales de los colectivos de izquierdas, temiendo, sobre todo, una huelga general. Por eso, en menos de un año, mineros, pescadores, transportistas y astilleros han conseguido sus reivindicaciones, lo que ha costado al erario público unos 5000 millones de euros. Las próximas convocatorias las realizarán los agricultores y probablemente trabajadores del sector automovilístico por la masiva pérdida de empleo motivado por la deslocalización, pues sus empresas invierten en otros países por la reducida remuneración de la mano de obra.

Sin embargo, las manifestaciones que el Gobierno socialista entiende de derechas o católicas, como a favor de la familia y contra las bodas gay, la de la Asociación de Víctimas del Terrorismo, la protesta contra el traslado del Archivo de Salamanca o la LOE parece hacer poco mella en el Ejecutivo. Son enemigos políticos, y a esos, ni agua. Los socialistas siempre fieles a sus consignas. El anticatolicismo se ha convertido para el PSOE y el resto de la izquierda en general parte de sus señas de identidad.

Incluso amenazan a la Iglesia con rebajar los 138 millones de euros anuales que recibe de la aportación tributaria de los ciudadanos, por ser muy generosa, según dijo la vicepresidenta De la Vega, sin tener en cuenta la labor educativa, hospitalaria, espiritual y misionera que ejerce la Iglesia católica.

Además, la absoluta mayoría del dinero que recibe es de sus fieles, no del Estado.

Por su parte, anuncian los convocantes de la manifestación contra la LOE que seguirán las movilizaciones defendiendo sus derechos.

Antonio Quiroga Fortún

quirogafortun@yahoo.es