Se hará con flexibilidad, poco a poco y no para todos

 

Habrá que trabajar más de 35 años para cobrar la pensión de manera íntegra. Aunque habrá excepciones, no se conoce todavía cuáles son. La reforma de pensiones se realizará el 28-E con o sin acuerdo.

Las palabras de este miércoles del vicepresidente Rubalcaba han resultado una muestra más de la situación actual del Ejecutivo: 15 portavoces y un presidente. Cada día se pueden escuchar nuevas versiones, más o menos parecidas, de lo que va a suponer la reforma de las pensiones y en el fondo, lo que parece es que lo que se quiere aprobar va ser una chapuza. A dos semanas de la fecha, no hay manera de saber qué es lo que se va a plantear.

Lo que sí está claro es que la hora del talante ha quedado apartada y se va a aprobar con o sin consenso la reforma de las pensiones. Así lo manifestó Zapatero en la presentación del informe económico el martes en Moncloa, pero lo que no está nada claro es todo lo demás. Además, cada ministro da su versión de los hechos y al final no se sabe qué va a pasar: si el período de cálculo se alargará hasta los 20 ó los 30 años, si la edad mínima será flexible o no, si para algunos casos los años de cotización serán los mismos que para otros.

Pero si lo que ya es seguro es que la edad mínima de jubilación es a los 67, lo que no se entiende es que se quiera seguir dialogando cuando desde hace meses los sindicatos ya han avisado de que sobre ese punto, así como sobre la ultra-actividad, no hay posibilidad de cambio. Pero entonces uno se pregunta, ¿para qué una posible huelga general el 29-E, si la reforma se ha aprobado el día anterior? Será para quedar bien porque por lo general, las huelgas generales se hacen antes de que se apruebe algo. Si se hacen después ya no sirven para nada.

Juan María Piñero

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