La decisión es más bien favorable a su prórroga Este viernes culmina el plazo para el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) resuelva sobre Garoña. Las tensiones son máximas. Los miembros nombrados por el PP y el de CiU son partidarios de la prórroga de la licencia. Garoña ha hecho los deberes, ha pasado las exigencias de los estándares internacionales, las reformas requeridas por el CSN y auditorías internacionales a las que ha sido sometida. En caso de que no se renueva la planta, habrá problemas de suministro en Castilla y León, habrá que subir la tarifa de la luz un 10% y el Gobierno deberá de indemnizar con 1.000 millones de euros por las inversiones realizadas a instancias del CSN para garantizar su continuidad.
Pues bien. En el PSOE no las tienen todas consigo. De la Vega quiere que el CSN resuelva con criterios técnico-políticos es decir, que trufe la decisión técnica del criterio político de ¿nucleares?, no gracias. La presidenta del CSN, Carmen Martínez Ten, es una vieja conocida de De la Vega de las causas feministas. Es de estas feministas enchufadas al sistema por capacidad propia y labor del lobby. Y es duda. Las presiones del Ejecutivo son muchas.
Con todo, probablemente la decisión sea de prórroga. En primer lugar, porque por muy feminista que sea Martínez Tena, las razones técnicas y económicas se imponen. Pero es que además, el Gobierno siempre tendrá el segundo filtro. O sea, que la patata caliente pasa a su tejado. Es verdad que el Gobierno se comprometió a seguir el dictamen del CSN. Pero las palabras se las lleva el viento. Al fin y al cabo, el Gobierno ha regulado la financiación de TVE sin el consenso de la CMT ni del Consejo de Estado. La tensión es máxima.