Aún no han decidido el céntimo verde pero la presión de Bruselas le obligará a hacerlo. El mensaje es que no habrá más ajustes, pero sí más tasas, incluida la de los aviones. Mientras tanto, se venderá el mensaje de que la economía española sale de la crisis

El Gobierno Zapatero actúa como un boxeador al borde del KO. Los requerimientos de Bruselas, que exigen más ajustes topan con un discurso oficial que el portavoz socialista, José Antonio Alonso, siempre económico con la verdad, rectificaba en la mañana del martes: No tenemos previsto ningún ajuste en el futuro porque hemos hecho los deberes en cuanto a las reformas necesarias y al recorte del déficit.
Si por ajustes se entiende reducción del gasto público a lo mejor tiene razón. De hecho, la opción del Ejecutivo Zapatero consiste, no en reducir gasto público, sino en aumentar los ingresos. O sea, en freírnos a impuestos.

Hace dos semanas, en el Ministerio de Industria negaban que se fuera a imponer el céntimo verde, entendido como un impuesto a las petroleras para financiar las carísimas e ineficaces energías renovables. Pues bien, el ministro Miguel Sebastián ya se está desdiciendo, y la vicepresidenta económica, Elena Salgado, también. Incluso ya disponen del apoyo del PNV y de CIU para esta nueva trasferencia de un sector a otro, similar a la tasa radioeléctrica y a la financiación de la televisión pública por parte de las telecos... en beneficio de la TV privadas.

Con todo, tras subir las retenciones, el impuesto sobre el ahorro y el IVA, la próxima subida llegará de la mano de los impuestos especiales: carburantes, tabaco y alcohol, así como probablemente, los impuestos de lujo, aunque de esto poco se puede sacar. A la petrolera, por tanto, le puede salir caro 2011: céntimo verde para más nuevos impuestos especiales. Pero, sobre todo le saldrá caro al ciudadano.

No sólo eso, aunque Elena Salgado siempre niega las iniciativas hasta una semana antes de ponerlas en marcha, se barajan nuevas tasas como, por ejemplo, la ensayada en Alemania para quien se atreva a subir a un avión. No hablamos de las tasas aeroportuarias sino de un nuevo gravamen por consumo aéreo.

Al parecer ya no quedan más ideas para salir de la crisis que freírnos a impuestos. Eso sí, en el entretanto, el secretario de Estado, Carlos Ocaña, ya está diciendo -mañana del martes- que España comienza a salir de la crisis, que la recuperación ya ha comenzado. Nadie la ve, y todos auguran un 2011 en el fondo o escarbando desde el fondo hacia abajo, pero don Carlos sí.

Miriam Prat

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