El Consejo de Ministros celebrado este viernes aprobaba el anteproyecto de Ley de Investigación en Biomedicina. Según ha explicado la ministra Salgado, se trata de ofrecer todas las garantías de salud y éticas. Queremos abrir horizontes, pero también poner límites, como corresponde a toda sociedad democrática y abierta. Un pelín incompatible eso de los límites abiertos, pero en fin.

El caso es que la Ley de Biomedicina permite la transferencia nuclear, es decir, la transferencia del núcleo de una célula de una persona enferma en un ovocito. Según la ministra, eso es respetuoso con los convenios internacionales suscritos por nuestro país, es perfectamente ético, no es una técnica reproductiva y no se trata de un embrión.

Se equivoca. Sí se trata de un embrión, porque el embrión existe desde el mismo momento en que existe el óvulo fecundado o el óvulo con núcleo ajeno. Pero es que además, es abiertamente contrario al Convenio de Oviedo firmado por España y obviamente se trata de una técnica reproductiva. Y por si fuera poco, Salgado siembra unas expectativas que según todos los expertos resultan infundadas, al menos en el corto plazo. Ni tú ni yo lo veremos, afirma a Hispanidad el catedrático de Fisiología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Salamanca, José Luis Martínez Novoa.