Exteriores lleva meses trabajando en la supresión de la acción de oro. El decreto ya descansa en el Consejo de Ministros desde hace quince días, pero el gobierno no le da trámite. Supondría perder la prerrogativa de oponerse a operaciones corporativas sobre las privatizadas. Una prerrogativa, que en caso de Endesa, finaliza el febrero de 2006

Bruselas lleva años presionando a España para que elimine la acción de oro. Los burócratas comunitarios interpretan que la golden share supone un intervencionismo estatal inaceptable en un mercado común. Una interpretación un tanto asimétrica, porque la han aceptado en otros países y siguen permitiendo que Italia, Portugal y principalmente Francia sigan manteniendo la titularidad pública en las acciones de sus empresas estratégicas. Incluso sin decir ni mu sobre el decreto francés para blindar los sectores estratégicos franceses de capital extranjero.

Es ya tristemente famosa asimetría comunitaria. Mientras que Bruselas permite que Francia inyecte 9.000 millones de euros en France Telecom, se insta a España a que devuelva las ayudas consideradas ilegales a los astilleros de Izar. Mientras tanto, los astilleros franceses y alemanes, se frotan las manos. Cuestión de equidad.

Pues bien, como decimos, Bruselas insta a Madrid a que elimine la acción de oro. Y España, solícita ella, acepta. El afrancesado Moratinos trabaja en un decreto de supresión sin paliativos de todas las acciones de oro vigentes. A saber: Endesa, Iberia, Repsol y Telefónica. Casi nada.

El decreto ya está finalizado y se encuentra en el Consejo de Ministros a la espera de aprobación. Según ha podido saber Hispanidad, el decreto debió ir al consejo celebrado el 2 de septiembre. Pero curiosamente no pasó. Quizás porque el Gobierno tenía información de la OPA que Gas Natural pensaba lanzar sobre Endesa y prefirió no perder esa prerrogativa en ese momento.

Así las cosas, el Gobierno Zapatero sigue manteniendo la posibilidad de vetar una OPA extranjera sobre Endesa. Una prerrogativa que permite dar luz verde a la operación de Gas Natural sobre Endesa y que elimina caballeros blancos extranjeros. Y eso a pesar de que Solbes se haga el liberal afirmando que el gobierno vería con buenos ojos una operación extranjera que mejorase la eficiencia e incrementase los beneficios para el consumidor. Quizás por eso, el apátrida de Cañete afirmó el pasado miércoles que vería con buenos ojos una contraopa extranjera. ¿Provocación?

Un señor favor que suponemos el Gobierno cobrará a La Caixa con IVA. Porque cerrada la posibilidad de una operación exterior, sólo queda la posibilidad de movimientos internos. Y en un mercado tan pequeño como el español, cualquier movimiento puede ser calificado como de concentración o posición de dominio con riesgo de abuso