Sr. Director:

Quería hablarle sobre un tema que aunque a los políticos no se lo parezca nos afecta directamente a nosotros, los estudiantes. Nuestros representantes pelean, discuten, aprueban y suspenden leyes, todo ello a espaldas del pueblo. Y estoy hablando de las clases de Religión que pretenden abolir. Se observa un grave déficit democrático, ya que hasta ahora ninguno de ellos nos ha pedido la opinión y creo que somos los directamente afectados.

Además, la Constitución reconoce el derecho a que haya clases de Religión en los colegios.

Esther Forcada

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