El Gobierno obligará a las empresas privadas que emitan en las comunidades autónomas bilingües a respetar el pluralismo lingüístico. Sin embargo, en paralelo, no respetará ese criterio en las televisiones públicas autonómicas. Tanto la televisión catalana como la gallega y valenciana emiten casi en su totalidad en las lenguas propias de la comunidad, sin respetar el pluralismo lingüístico que la ley impone a los operadores privados.

En el caso vasco, la situación es especial, ya que el euskera es un idioma marginal entre la población vasca, por lo que la ETB optó por lanzar dos acanales, uno en castellano y otro en vascuence. Por cierto, que la ETB1 euskalduna tiene ratios de audiencia especialmente bajos, salvo en la emisión de los partidos de fútbol, vistos, pero no oídos. Cuestión de construcción nacional.

¿Cómo se resuelve este trato asimétrico entre las televisiones privadas y las autonómicas? El secretario de Estado de Comunicación hace mutis por el foro. Primero responde que tienen un ámbito de competencia propio para después afirmar que lo estamos estudiando. ¿Eso qué significa? Moraleda prefiere hacer ejercicio de cintura y esquivar la pregunta. O sea, va a ser que no.