Prepara una ley de cuidados paliativos y muerte digna para marzo

 

En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, el portavoz del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, tenía mucho cuidado a la hora de anunciar una Ley de Cuidados Paliativos y Muerte Digna a pesar de que ambos términos enfrentan a partidarios y detractores del suicidio asistido.

Rubalcaba se apresuró a aclarar la diferencia entre esta ley, que llegará en marzo, y una ley de eutanasia: según el vicepresidente, la eutanasia admite que una persona decida morir y recibe la ayuda de los médicos para ello, mientras que esta ley se refiere a las personas que se encuentran con un familiar desahuciado y al que quieren evitar el sufrimiento.

Habrá que esperar a ver el texto, pero por el momento la ley española ya permite a los médicos la aplicación de cuidados paliativos que eviten el sufrimiento del moribundo, aunque exista incluso una gran certeza de que su final está próximo. El problema se encuentra en lo que pueda significar la muerte digna para el Gobierno, puesto que ésta puede convertirse en algo peor que la eutanasia, que es la eliminación del paciente ni siquiera por decisión propia, sino por deseo de los familiares. Los problemas testamentales agravarían algunos casos.

Por otra parte, algunos médicos son muy conocidos por haberse propasado en el uso de la sedación hasta el punto de que sus pacientes morían casualmente cuando el matasanos les aplicaba sus particulares cuidados paliativos. En estos casos no se puede negar la eficacia: muerto el paciente, se acabó el dolor.

Mariano Tomás

mariano@hispanidad.com