Muchos han interpretado el comunicado de ETA como una evidencia del proceso de negociación que Mayor Oreja puso encima de la mesa el pasado 23 de marzo. Sin embargo, hay otras lecturas. El Gobierno -por ejemplo- interpreta el comunicado en clave interna. Después de que Batasuna-EA reclamara a ETA el abandono de la violencia, ETA responde que debemos seguir todos los actores unidos, sin personalismos, luchando por el objetivo común de la construcción de la gran patria vasca. Traducción: vosotros a lo vuestro y nosotros en lo nuestro. Las pistolas las tenemos nosotros y marcamos la agenda.
Pero hay más interpretaciones. Todo el Gobierno ha señalado -de tapadillo, eso sí- que el comunicado es suficiente. O sea, que había un aprobado y está suspensa. Es decir, esperaban algo más. ¿Por qué? Porque probablemente el Gobierno había ofrecido un modelo catalán. Es decir, reforma estatutaria, una EA tipo ERC y hacer un tripartito vasco. La respuesta ha llegado como jarro de agua fría: El modelo autonómico está superado y hay que buscar mecanismos para superar democráticamente el conflicto.
No era esto lo que esperaban. Por eso la política de comunicación del Gobierno ha sido perfil bajo: ni Zapatero ha hecho declaraciones, ni siquiera Rubalcaba las ha hecho. Además, para eso estaba prevista desde el viernes pasado -aunque Ana Pastor sostenga que desde el pasado 9 de agosto- la participación del ministro en los Desayunos de TVE. ¡Qué puntería tiene la televisión pública! Por cierto, la tele que filtró el documento de Batasuna-EA forzando a ETA al abandono de las armas. Así que se puede hablar de tregua-plató o tregua-TVE.
Andrés Velázquez
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