Rubalcaba da marcha atrás respecto a Pajín, pero mantiene el espíritu de la norma

 

El número de muertes de mujeres ha aumentado tras la ley de violencia de género. En lo que va de 2010 ya se supera la cifra del ano anterior. ¿Solución del Gobierno? Huir hacia delante. El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, se pregunta ¿qué habría pasado si no se hubiera actuado? Lo que pretende ser una pregunta retórica se pretende una respuesta ficción porque la duda cabe.

La última medida es seguir con el acoso al varón. En estos momentos la simple denuncia, sin peritaje, ya implica que el denunciado pase la noche en el calabozo: primero se le castiga, después se investiga. A esta violación de la presunción de inocencia se suma una nueva barbaridad: tal y como anunció con tono solemne Leire Pajín, se obligará a los jueces a conceder la custodia de los hijos a la presunta maltratada. Se ha demostrado que la falsa acusación de maltrato es un arma arrojadiza que los abogados no dudan en utilizar. Ahora, no sólo no se ponen los medios contra las denuncias falsas, sino que se acentúan sus efectos: tras salir del calabozo, el denunciado se dará cuenta de que el juez le ha concedido la custodia a su cónyuge.

Mariano Tomás

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