Fue la seña de identidad de la industrialización española de la segunda mitad del siglo XX. Pero aquellos tiempos han pasado. Las compañías arrastran permanentes pérdidas y han demostrado incapacidad para encontrar viabilidad económico-financiera. Así que la SEPI -antiguo INI- ha decidido soltar lastre. El pasado viernes, el Consejo de Ministros aprobó la disolución de varias sociedades. A saber: Altos Hornos de Vizcaya, Empresa Nacional de Siderúrgica, e Industrias Mecánicas del Noroeste.