Sin embargo, el ex presidente González aboga por una reforma de la ley electoral que reste peso a los nacionalistas

Lo anunció De la Vega el pasado 7 de mayo: el Gobierno pediría informe al Consejo de Estado sobre la necesidad de una reforma de la Ley Electoral. Así lo hizo el pasado viernes en el Consejo de Ministros. "Necesario tras 23 años y tras el debate político y académicos que se ha producido". En opinión de De la Vega, los temas que se han planteado y sobre los que han pedido informe al Consejo de Estado son: regulación de los debates electorales, nuevas tecnologías, una nueva circunscripción de ciudadanos en el exterior. "Incluso el derecho al voto de los extranjeros residentes en nuestro país". Curiosamente, ni una mención al verdadero debate: avanzar hacia una mayor progresividad que merme peso político a los nacionalistas y les coloque en su sitio.

¿Se trata de una lista tasada? No. La ‘vice' informa que el Consejo de Estado abordará lo que considere oportuno. Eso sí, señala que la reforma deberá de abordarse "con el máximo consenso de todas las fuerzas políticas". ¿Conclusión? La reforma estará tasada a detalles como debates, nuevas tecnologías. De la circunscripción de ciudadanos en el exterior, quizás. Pero esta era una propuesta de Caldera, sabedor de las posibilidades de recolectar votos con un buen embajador de españoles en el exterior.

De las quejas de Izquierda Unida y de UPyD sobre los problemas de la falta de proporcionalidad, nada de nada. No interesa engordar a ninguno de los dos. Además, Blanco ya lo ha dejado claro: "Se trata de debates interesados". En su opinión, el PSOE es el primer afectado, con más de 2 millones de votos ‘inútiles'. El discurso del Gobierno choca con el del ex presidente González que aboga no sólo por las listas abiertas sino por una reforma electoral que limite el peso de los nacionalistas, "tal y como he hablado con Juan Carlos Rodríguez Ibarra", quien propuso elevar el peaje del Parlamento al 5% para quitarse de en medio a los nacionalistas que se sientan en el Parlamento de la Nación sin creer en ella.