El fracaso de Endesa impide dar por cerrada la venta oficialmente. Cuando TPG-British piden calendario les responden que no se aceptarán movimientos hasta después de las elecciones. Si Logista y BBVA se empeñan en vender, tendrán que ofrecérselo antes a Cajamadrid y a El Corte Inglés. El enfado de los cuatro socios españoles con British no puede ser mayor. En cualquier caso, no se aceptarán ofertas por debajo de los 4 euros. Endesa enseñó el camino: ¿Quién está comprando acciones de la aerolínea?

Como afirma un consejero de Iberia: "Aquí el más tonto hace relojes". Es la muestra del enfado del núcleo duro con uno de sus miembros, British Airways, que se quiere llevar Iberia por menos de lo que vale. Los resultados del tercer trimestre vuelven a demostrar que con una acción a 3,5 euros, ofrecer 3,6 (es decir, pagar 3.700 millones de euros) por una compañía que abre las puertas del los dos grandes aeropuertos españoles, con más de 2.000 millones en caja, que controla el mercado entre Europa e Iberoamérica -el de mayor crecimiento relativo del mundo-, parece un insulto.

Además, ya se va centrando, cada vez con más nitidez, el origen de una venta fallida: más que Cajamadrid, fue BBVA y Logista quienes aceptaron abrir un proceso de venta tan calamitoso, y del que pretenden aprovecharse las tres grandes aerolíneas de la UE. British, Air France y Lufthansa. La primera, que ya posee un 10% de Iberia, lo ha hecho de la mano del fondo TPG, más que nada para poder tomar el control de la gestión sin poner un duro.

TPG está regido en España por Alfonso Cortina, que ni tan siquiera ha ofrecido un plan industrial de futuro. De hecho, hasta el momento, y ya van nueve meses, ni se puede hablar de oferta.

Todo ello ha enfadado al Gobierno Zapatero, que bastantes problemas tiene. No quiere ser acusado de intervencionista por lo que ha decidido cerrar el proceso de venta hasta después de las elecciones. Así se lo ha comunicado al Consejo. Moncloa no quiere oír hablar de más ofertas sobre Iberia hasta pasadas las elecciones, en principio previstas para marzo.

El aviso viene a confirmar la postura de Cajamadrid que se queja del mucho ruido y las pocas nueces del plato. Sin embargo, al igual que el Gobierno ZP no puede decir, oficialmente, que el proceso se cierra, pues, escaldado del caso Endesa, no quiere que le acusen de intervencionista, e Iberia se niega a cerrar oficialmente el proceso para evitar que la acción se desplome. A estas alturas, lo cierto es que eso sería lo de menos. Quien compra Iberia compra dividendo, y a la vista están los resultados.

Y hablando de Endesa, al parecer todos han aprendido que en España lo que procede es hacer lo de los Entrecanales: ir comprando acciones para poseer un paquete cuando llegue el momento de atacar. A día de hoy, lo que se preguntan en Iberia es la siguiente: ¿Quién está comprando acciones de la compañía?: ¿British, incumpliendo el pacto de accionistas, Lufthansa o Air France?

Por cierto, Javier Salas está arado en su proyecto y Planeta no quiere saber nada de Iberia, sólo de Vueling.