El porcentaje de españoles que tiene clara su asistencia a la consulta popular del próximo 20 de febrero ha bajado, según la última encuesta del CIS. Además, la mitad de los ciudadanos piensa operar con independencia de las sugerencias de su partido de referencia. Y por si fuera poco, el "sí" sólo está claro para el 51% de la población, aunque el 90% reconoce desconocer mucho o bastante del texto sometido a referéndum.

Malos augurios para el Gobierno, porque la encuesta del CIS apuntala las tesis de quienes defienden la precipitación de la consulta. Pero De la Vega muestra su mejor cara al mal tiempo. Asegura que confía en que "los ciudadanos acudan a las urnas de manera masiva de acuerdo al nivel de trascendencia de la consulta". Todo ello con un artículo de la Constitución Europea de fondo. Y es que, cuidado, porque como diría Josep Borrell, "los referendos los carga el diablo".