El Grupo Marsans quería presentar como un éxito la Junta de Accionistas de Aerolíneas Argentinas, correspondiente al Ejercicio 2004, celebrada el jueves 23. Para ello, se necesitaba que el Estado argentino, en calidad de accionista, como regulador de la actividad mercantil y como regulador de la actividad aérea, aprobara dichas cuentas. Pues bien, el Gobierno Kirchner optó por no presentarse. De esta forma, la Casa Rosada mantiene la misma postura: no ha aprobado las cuentas de Aerolíneas ni en 2002, ni en 2003 ni en 2004, es decir, se niega a aprobar las cuentas desde que Marsans se hizo con el control. Para ser exactos, Kirchner ha impugnado las cuentas de los ejercicios de 2002 y 2003 y ahora tiene tres meses para hacer lo propio con el balance de 2004.

Todo hace presumir que así será hasta que se solventen las causas judiciales en la Argentina y en España. Recientemente, una jueza madrileña ha llamado a declarar como imputados a los dos propietarios de Marsans, Gonzalo Pascual y Gerardo Díaz, en la causa que se sigue contra Antonio Mata, primer ejecutivo de Aerolíneas. Y la prensa argentina (diario La Nación) lo interpreta así: Se aprobó el balance de Aerolíneas sin el concurso del Estado. La Nación considera que el Gobierno argentino no cambiará de actitud hasta que se solvente el precitado caso judicial en Madrid donde se acusa a Antonio Mata de presunto uso indebido de fondos públicos en la privatización de Aerolíneas.

Por otra parte, les ofrecemos el comunicado que ha emitido APTA, el sindicato de mecánicos de Aerolíneas, ha enviado al presidente del Gobierno español.