Nosotros estamos ofreciendo pactos constantemente

No es que se prodigue en declaraciones públicas. Pero ante la tarjeta amarilla de Standard & Poors, el banquero  Emilio Botín ha optado por hablar, y lo ha hecho para pedir un pacto frente a la crisis. Un acuerdo al estilo de los famosos Pactos de La Moncloa y desde luego de austeridad. Al Gobierno no le suena mal. La vicepresidenta prefiere echar la culpa a los de enfrente: son los del PP -a su juicio- los que no quieren pactar y los que hacen de todo un motivo de confrontación.

La realidad es que Rajoy ofreció su mano tendida al Gobierno para alcanzar un Pacto de Estado por la Austeridad. La oferta cayó en sacó roto porque Zapatero se mofó del endeudamiento de la Generalitat Valenciana y del Ayuntamiento de Madrid. Pero la reclamación de Botín sigue vigente: algo tenemos que hacer si queremos evitar la sanción por parte de las agencias de calificación financiera.