Respeto absoluto a las manifestaciones que la Iglesia Católica realice en su ámbito. Esta es la declaración institucional que guía la actitud del Ejecutivo Zapatero en relación a la Iglesia: libertad religiosa bien, mientras permanezca en la sacristía.

La vicepresidenta, María Teresa Fernández de la Vega, trató de restar importancia tanto a la convocatoria del Nuncio de Su Santidad el Papa, Manuel Monteiro, como a la respuesta del portavoz vaticano, Rafael Navarro-Valls. En su opinión, esa convocatoria se produjo por una cierta extrañeza por determinadas manifestaciones, en referencia a la alusión del Papa Juan Pablo II a la necesaria solidaridad con el agua.

Por otra parte, el Gobierno afirma estar comprometido por la libertad religiosa y de culto. No hay confrontación, señala De la Vega, quien recuerda que los Acuerdos entre la Iglesia y el Estado están firmados en los 70´s y seguiremos trabajando en la misma línea de respeto y libertad religiosas. Obviamente, dicha libertad incluye que el Gobierno seguirá trabajando por incrementar lo que denomina derechos de los ciudadanos. A saber: matrimonio homosexual y divorcio-express, las vías de alta velocidad para la destrucción de la familia. Miembros destacados del Partido Socialista son conscientes de que estos derechos ciudadanos resultan letales para garantizar el fortalecimiento social. Y apelan al nulo margen de maniobra que les deja el programa electoral.
 
En definitiva, el lobby rosa presiona y el Partido Socialista obedece incluso en contra de los principios, tanto de sus dirigentes como de sus bases. Resulta significativa que la encuesta que la Cadena SER realiza entre sus oyentes ofrezca un resultado mayoritariamente negativo al matrimonio gay.