Tras meses de angustia, Beatriz va a buscar a Luis, su marido, a la clínica mental donde ha estado ingresado los últimos meses tras un brote psicótico tan inesperado como violento, en el que le atacó a ella y a uno de sus mejores amigos.

Beatriz se encuentra ante un estado complejo: por un lado, está contenta del regreso de Luis con el que ha tenido un matrimonio feliz, de 25 años, durante el cual han tenido dos hijos; por otro lado, está intranquila, temerosa de cómo encontrará al hombre de su vida…Cuando llegan a su hogar, Beatriz encuentra a su marido tranquilo pero extraño, ha sido mal recibido por su mascota (su gato) y el animal desaparece a las pocas horas…

El director argentino Carlos Sorin, que siempre ha apostado por dramas humanos, sencillos pero muy emotivos, cambia de registro con la realización de este 'thriller' con escaso recorrido argumental y, quizás, demasiado simple. La fuerza y el atractivo del mismo reside en las estupendas interpretaciones del dúo protagonista: Luis Luque y Beatriz Spelzini. Pero El gato desaparece, aunque se ve con agrado, no deja de ser una película menor, que no acaba de despertar pasiones.

Para: Los que vean todas las películas de suspense con traumas psiquiátricos (las hay para todos los gustos)