Esta aventura de El Gato con botas narra los orígenes e infancia del intrépido felino, antes de que conociera al ogro verde Shrek. Su relación con la dura Kitty Zarpas Suaves y con el astuto Humpty Dumpty, así como la búsqueda de un tesoro compuesto por huevos de oro…

El guión de El Gato con botas es algo confuso. Si la primera parte, más divertida, juega a mostrarnos las razones por las que nuestro héroe se convierte en el felino más buscado por la ley, la segunda, menos original, nos remite a un cuento tan conocido y popular de Hans Christian Andersen como "Las habichuelas mágicas."

¿Pero por qué, a pesar de este totum revolutum, merece la pena ver la película? Pues, sin ninguna duda, por la brillante y divertidísima interpretación que hace el actor español Antonio Banderas, quien pone la voz del héroe gatuno, y quizás algo de su propia personalidad.

Si a esto suman una animación conseguidísima, que se recrea en el encanto y la comicidad que posee el gato que conocimos en la saga de Shrek, y una alegre banda sonora realizada por Henry Jackman, el resultado es un largometraje ideal para los que les guste el denominado "cine de palomitas".

Tres años de trabajo ha costado a un equipo de cientos de personas sacar adelante esta película de animación que mezcla elementos de dos géneros: aventuras y western. En la dirección de la misma alguien que conocía muy bien a El Gato con botas: Chris Miller, que fue supervisor de animación de Shrek 1 y Shrek 2 y director de Shrek 3.

Para: Los que les gustó el humor y la personalidad de 'El Gato con botas' en la saga de Shrek