La visita al inspector de Educación se produjo este miércoles

Este miércoles la familia Branson-Montero volvieron a reunirse con el inspector de Educación del Gobierno vasco para explicarles el proyecto educativo que tienen para educar a sus hijos en casa. Les entregaron un dossier de 75 folios con todo tipo de detalles sobre las labores educativas que están llevando a cabo.

En principio no fue especialmente receptivo, pero la realidad canta y es tozuda. Los niños del matrimonio están perfectamente educados. Es más: mucho mejor educados que en el sistema convencional. Acuden a clases de idiomas, piano, están abiertos al arte, a conocer otras realidades, a investigar en función de sus inquietudes personales. Un modelo perfecto. Probablemente no extensible a la mayoría de la población. Pero estos padres heroicos han decidido tomarse la educación de sus hijos en serio.

No piden aplausos, aunque se los merecen. Pero sí exigen respeto. Que se respete la opción que han tomado. Aun así están sufriendo un acoso propio de un país totalitario. Al final, la decisión dependerá de lo que resuelva el inspector. En función de eso, actuará la fiscalía de menores. Y todo por tomarse en serio la educación de sus hijos.