La normativa del Fondo de reserva de la Seguridad Social obliga a la gestora a invertir en deuda pública, pero no necesariamente española. Sin embargo, desde la fundación, la gestión nunca había diversificado sus inversiones. La dinámica, sin embargo, ha cambiado, según ha explicado el vicepresidente económico, Pedro Solbes, en la mañana de este martes. El Fondo ya invierte importantes fondos en deuda extranjera y esta opción se incrementará hasta os 10.000 millones de euros a finales del mes de marzo, casi un tercio de los 31.200 millones acumulados hasta la fecha.

Los criterios de inversión fueron explicados por el Secretario de Estado de Hacienda, Miguel Ángel Fernández Ordoñez (MAFO): zona euro para eliminar riesgo de tipo de cambio, rating AAA de calificación financiera y mercados con suficiente liquidez. Eso nos da Francia, Alemania y Holanda, principalmente. MAFO explica además que aunque de momento las inversiones en deuda extranjera alcancen el tercio del total del Fondo, la política marcada por la gestora es alcanzar el 50% de inversión en deuda no española. Todavía tenemos margen para seguir creciendo, afirma MAFO.

La razón es sencilla: al no invertir en deuda española, se liberan carga financiera y se ayuda un poco más al crecimiento económico y al saneamiento de las cuentas públicas. En cuanto al montante, Solbes advierte que aunque se trata de una cifra importante, equivale a apenas 6,7 meses de pensiones. Debemos estar preparados para cuando en el 2020 o 2030 comiencen los problemas tengamos el mayor número de elementos para afrontarlos, apunta el vicepresidente. Por cierto, que los cálculos actuariales del vicepresidente además de ser generosos en su horquilla- no coinciden exactamente con los que se manejan en Trabajo, que apuntan a una crisis en la Seguridad Social en 2.011.