Conde Pumpido propone a Fernando Burgos como teniente fiscal de la Audiencia Nacional

La casta judicial, tanto de izquierdas como de derechas, avanza hacia el precipicio, y seguimos dando pasos hacia delante.

Ahora, el fiscal general del Estado, Cándido Conde Pumpido, por pura casualidad propone como teniente fila de la Audiencia nacional a Fernando Burgos, nada menos.

Entre las hazañas de don Fernando está el haber sido el fiscal que sí aceptó rebajar la petición de pena al etarra Ignacio de Juana Chaos, lo que supuso un escándalo de tal calibre que coincidió con la única ocasión en la que la intención del voto del PSOE cayó por debajo de la del Partido Popular en las encuestas.

Fue el mismo fiscal al que se acudió cuando sus compañeros se negaron a poner en libertad a Arnaldo Otegui, un tipo obediente, con espíritu de cuerpo, de cuerpo gubernamental. Su ascenso en la Audiencia Nacional de un fiscal tan disciplinado hacia el Ejecutivo le viene de perlas a Zapatero para la segunda parte del encuentro, es decir, para reanudar el proceso de paz con ETA si consigue ganar las próximas elecciones.

Fue el mismo fiscal que se portó como todo un abogado de defensor de Emilio Botín durante el caso de las indemnizaciones multimillonarias a José María Amusátegui  -44 millones de euros-. Y de Ángel Corcóstegui -110 millones- a quienes pagó con dinero de los accionistas para que le dejaran en solitario al frente del primer banco del país.  

No cabe duda. Estamos en buenas manos.