• Los milicianos de Estado Islámico han ejecutado, quemado vivos o vendido como esclavos a miles de personas.
  • La ONU dice que la campaña de Estado Islámico contra estos colectivos podría equivaler a un intento de genocidio.
  • EEUU considera la petición de Irak de enviar más asesores militares para ayudar a sus fuerzas de seguridad.
  • Turquía matiza que los peshmerga aún no han entrado en Siria a través de su territorio.
Puede afirmarse que el yihadista Estado Islámico está aprovechando el despiste de Occidente por el ébola, que es primera noticia en todos los informativos del mundo después de los casos de contagio fuera de África y la amenaza que representa, sobre todos en los países directamente afectados. El vicesecretario general de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Ivan Simonovic, ha afirmado que la campaña lanzada por el grupo terrorista contra la minoría yazidí -y cristiana, añadimos nosotros- en Irak "podría equivaler a un intento de genocidio".

La Convención sobre la Prevención y Castigo del Crimen del Genocidio, firmada en 1948, define el genocidio como un intento de destruir total o parcialmente un grupo nacional, étnico, racial o religioso, a través de la ejecución de los miembros, causando daños mentales o físicos graves, imponiendo condiciones deliberadas destinadas a su destrucción física, impidiendo los nacimientos o trasladando de forma forzosa a los niños nacidos en dicha comunidad.

Exactamente lo que han hecho los terroristas salvajes del Estado Islámico: ejecutar, quemar vivos o vender como esclavos a miles de miembros de estas comunidades.

Recordemos que el Estado Islámico declaró un califato a finales de julio de 2014 en la zona que controla de Siria e Irak y, desde entonces, se está dedicando a expulsar a las religiones minoritarias de la zona por considerarlos infieles, además de amenazarlos de muerte por no convertirse al Islam.

Mientras, EEUU encabeza una operación militar aérea internacional contra los objetivos del grupo yihadista en Irak y Siria y en las últimas semanas ha llevado a cabo decenas de ataques para intentar frenar los avances de Estado Islámico en ambos países. En este momento, el Gobierno de Estados Unidos está considerando la petición formulada por Irak sobre el envío de más asesores militares para ayudar a las fuerzas de seguridad en su campaña contra el Estado Islámico.

Estados Unidos tiene desplegados en estos momentos a cerca de 1.400 asesores militares y personal de seguridad diplomática en Irak. Sin embargo, Irak no ha reclamado el despliegue de tropas terrestres en el país, algo que ya ha sido descartado en varias ocasiones por el presidente estadounidense, Barack Obama.

No muy lejos de allí, el ministro de Exteriores de Turquía, Mevlut Cavusoglu, ha matizado que las negociaciones sobre el paso de los peshmerga a través de territorio turco para unirse a las milicias kurdas que combaten al grupo extremista Estado Islámico en la localidad siria de Kobani siguen abiertas: "No hemos prometido a nadie un corredor (para trasladar ayuda militar a Kobani). Los peshmerga quieren ayudar a través de nuestro territorio. Consideramos que es una petición legítima, y tomaremos medidas inteligentes", ha dicho.

El Gobierno turco ha sido objeto de una creciente presión para que vaya más allá de su asistencia humanitaria a los que huyen de la violencia, pero hasta ahora ha rechazado enviar a sus propios soldados al otro lado de la frontera o permitir que las armas fluyan desde su territorio hacia la localidad.

Y es que las autoridades turcas ven a los que defienden Kobani con suspicacia debido a sus vínculos con el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), considerado grupo terrorista por Turquía, la UE y Estados Unidos.

Pero mientras, los salvajes del Estado Islámico llevan un mes asediando Kobani, en la frontera con Turquía.

Andrés Velázquez
andres@hispanidad.com