A un Gobierno socialista no le viene mal dar una toba a un banco. Así, el nuevo Gobierno Zapatero se ha apresurado a liquidar Eurobank, el banco catalán creado por Eduardo Pascual. Se rompe así el método inventado por el ex gobernador del Banco de España, Mariano Rubio, precisamente en tiempos del Felipismo: Sanear los bancos en crisis a través de la venta a un tercero. Pues bien, ahora Eurobank no podrá venderse a un tercero, y no sólo se fastidia al responsable del desastre (Eduardo Pascual), sino a los accionistas minoritarios, al tiempo que se pone en entredicho el cobro de los depositantes que tuvieran más de 20.000 euros en Eurobank.

 

Por último, y lo que quizás resulte más grave, el propio Pascual puede resultar beneficiado. Es cierto que nadie le va a dar nada por su 70% del capital, pero también lo es que los muchos créditos fallidos de sus empresas con Eurobank, así como los muchos activos ligados al banco, ahora no serán devueltos (o, al menos, se dificulta su devolución).

 

La decisión del Consejo de Ministros del viernes 30 ha resultado muy izquierdista… y muy poco inteligente.