El hecho de que el Gobierno tenga que dedicar 8.000 millones de euros a políticas activas de empleo resulta lamentable si se tiene en cuenta que es la tasa desbocada del paro la que obliga a dedicar más recursos. Sin embargo, el Gobierno acostumbra a vender este tipo de datos como una señal de su preocupación por el asunto. Ocultan, por ejemplo, que el paro de larga duración se incrementa o que entre los jóvenes la tasa supera el 45%.
Alfredo Pérez Rubalcaba, vicepresidente del Gobierno, anunció este viernes una reforma de las políticas activas de empleo con el objetivo de que los desempleados estén el menor tiempo posible sin trabajo. Una de las claves será que los servicios de empleo individualicen el trabajo con los desempleados para hacer más eficiente la labor de la administración. Hasta el momento el efecto de la escasa utilidad de los servicios de empleo se ha reflejado en la distancia entre los datos de EPA y el antiguo INEM: los desempleados dejan de acudir a los Servicios de Empleo cuando no van a obtener ninguna indemnización por encontrarse en paro, pero sí continúan apareciendo en la encuesta realizada por el Instituto Nacional de Estadística.
Los cambios, según explicó Rubalcaba, llegarán a primeros del próximo año.
Mariano Tomás
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