La toma de posesión del presidente de Uruguay, Tabaré Vázquez, ha sido aprovechada por el eje de la izquierda hispanoamericana para aunar esfuerzos, intereses y políticas. No en vano, Vázquez representa la vuelta de un Gobierno "progresista", tras 170 años de Ejecutivos "conservadores". Lula, Kirchner y Chávez protagonizan la revolución hispanoamericana al modo Che Guevara frente al "imperialismo yanki". Sólo que con el petróleo a 50 dólares. Y el eje suma y sigue. Porque todos han firmado acuerdos de colaboración político-económica con el nuevo presidente. "Es de los nuestros". Ya saben.

De momento, Venezuela ha firmado un acuerdo con Uruguay de intercambio de petróleo por alimentos y cooperación social. Pero más interesante resulta el proyecto de cooperación mediática. Uruguay se suma al proyecto chavista de Telesur, una televisión pública venezolana con vocación de convertirse en el Gran Hermano del subcontinente.

Además, Lula, Kirchner y Chávez han acordado celebrar reuniones de trabajo para cooperación política (Brasilia), política (Buenos Aires) y energética (Caracas). Se trata de afrontar de manera conjunta la posición frente a los organismos internacionales de crédito: Banco Mundial y Fondo Monetario Internacional.

Por otra parte, el "montonero" Kirchner acaba de lograr el acuerdo con los acreedores privados para salir del "default", y para celebrarlo ha firmado un acuerdo con Vázquez con el fin de investigar los crímenes de las dictaduras militares de los años 70. Cada uno tiene sus prioridades.