Una puntualización sobre la especulación
Sr. Director:
Coincido con sus opiniones y disfruto con sus "enormes minucias". Sólo hay un punto que no acabo de entender.

Ud. culpa a la especulación de la crisis, y tiene razón. Pero no toda la especulación es mala ni todos los especuladores se merecen el mismo trato. Sólo debe ser perseguida y eliminada aquella que se fomenta o, mejor, se protege con el dinero de todos.

Un especulador que usando su perspicacia quiera apostar en los mercados cumple la función social de dar liquidez y facilitar la formación de precios, siempre que cuando las cosas le vayan mal sea un problema sólo para el propio especulador y sus inversores, no para todos nosotros, y siempre que opere dentro de la legalidad (un ejemplo sería perseguir el "naked short selling", pero no las ventas en corto, que también cumplen su función en los mercados).

A los especuladores que se juegan su dinero, de hecho, creo que les debemos muchos. A los que juegan protegidos con el dinero de otros, creo que habría que eliminarlos. El que pervierte a los especuladores es el Estado.

Apolinar

apolinar.rel@gmail.com

 

La especulación es legal e inmoral

Estimado amigo:

Es verdad que el concepto de especulación financiera fue abandonado, supongo que coincidiendo con el momento en que dejó de cantarse la Internacional -por cierto, bello himno-. Pero las cosas no dejan de existir porque se omitan o porque se aluda a ellas de otra forma. El último solecismo para referirse a la especulación -actividades bancarias socialmente inútiles pasará a la historia, no lo duden.

¿Qué es especulación financiera? Todo aquello que, de suprimirse, no afectaría en nada a la economía real, a quien se supone sirve el ahorro y los mercados. Por ejemplo, si mañana se suprimen todo tipo de titulizaciones, ¿pasa algo? Absolutamente nada. De hecho, la crisis ha hecho que los titulares de este mercado se hayan ido a freír gárgaras.

Recordemos que la bolsa nació con el mercado primario: un emprendedor emitía acciones u otros títulos y apelaba a los ahorradores a cambio de una promesa de dividendo futuro. Hacía esto porque le resultaba más barato que acudir a los bancos. Además, los intereses eran fijos -o fijamente variables- mientras que el dividendo se adecuaba a la marcha de la empresa.

Con el mercado primario surgió el secundario, para satisfacer a los inversores que querían recuperar su dinero y cambiar el dividendo por la plusvalía.

A lo largo del siglo XX, mientras se mantuvo un equilibrio entre los mercados primario y secundario, pero al terminar la centuria, en Wall Street el mercado primario no llegaba el 1% de los flujos de dinero que circulaban por el mayor mercado del mundo, mientras el primario, el que servía a la economía real, no alcanzaba el 1%.

El problema de la crisis de 2007 es que esos mismos intermediarios dados a la especulación a crear dinero virtual, sin referencia real, controlar el ahorro de los fondistas y de las pensiones, y los políticos se sienten chantajeados por esas instituciones y prefieren pagar... con dinero de los ahorradores, antes que dejarles caer -que es lo que tenían que haber hecho-.

Y no, la especulación es legal. El aborto también.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com