Omertá en una democracia libre y constitucional
Sr. Director:
Con las penurias económicas que están padeciendo millones de españoles para poder llegar a final de mes, nos avergüenza tener de Secretaria General del partido, a Dña. María Dolores de Cospedal, la cual se conforma con tener dos sueldos, dos indemnizaciones y un complemento, por un total de 165.651 Euros (cerca de 30 millones de las antiguas pesetas).

Para más I.N.R.I., son esos mismos ciudadanos que están pasando penurias económicas los que le están pagando esos sueldos a la Señora Cospedal. De hecho, las encuestas vuelven a dar a Dña. María Dolores de Cospedal como perdedora en las próximas elecciones regionales en Castilla La Mancha. No se compensa los sueldos que recibe con su productividad.

El  circo del Comité Ejecutivo Nacional del PP de la semana pasada, no solucionó absolutamente nada. Fue más de lo mismo; como siempre los palmeros no faltaron, hubo hasta amenazas. A muchos de ellos les dijeron que perderían el puesto y el sueldo, ¡qué susto!, ¿verdad?   Más bien ¡¡¡Qué pena!!!

¡¡Entérense bien!!  La omertá a las que nos quieren someter, no nos asusta, ni nos van a callar. Desde aquí, queremos denunciar a todo el mundo, el gran deterioro de valores, principios e ideas que están llevando a nuestro partido al precipicio. No tenemos democracia dentro del Partido Popular.

Esta es una muestra, de la clase de políticos, que no queremos en el PP. Queremos una regeneración, ya.

Queridos militantes, simpatizantes y votantes, unámonos todos a la Plataforma Nacional

Democracia y Libertad en el PP

 

Opacidad y sueldo en Dolores de Cospedal

Es cierto: Cospedal cobra demasiado (161.651 dólares, un número casi capicúa y muy impresionante), y es cierto que está haciendo un papelón que nos lleva al salario mínimo, no a esa cifra.

No conozco a la Plataforma Democracia y Libertad en el PP, pero me gusta lo que dice. La trasparencia no debe tener más frontera que la intimidad, y la vida política no forma parte de la vida privada de las personas o no debería formarlo.

Pero la opacidad impuesta, la censura, es aún más peligroso. En el Parlamento Europeo, los eurodiputados españoles no tienen fama ni de buenos ni de malos: hay de todo. Pero sí se distinguen, y aquí hablamos de todos los partidos, por su odiosa disciplina partitocrática.

No hay primarias en España y Mariano Rajoy se encargó de que no las hubiera tras la derrota de 2004, en el desastroso Congreso de Valencia, donde lo único que se demostró es que la disciplina de partido convierta a los políticos en autómatas, en un redil donde nadie se atreve a hablar -por lo tanto, se dedican a conspirar- donde nadie se atreve a levantar la mano -por lo tanto, calumnian por lo bajo- y donde nadie se postula para nada -por lo que maniobran para conseguir cualquier cargo-. Resultado: la coherencia personal brilla por su ausencia y sólo los cínicos -Gallardón, Pons, Arenas, Sáenz de Santamaría, etc.- sobreviven en esa jungla.

Si a eso le unimos el hecho de que la derecha española siempre ha sido cainita, y que los odios internos son aún más fuertes en el PSOE, pero en la izquierda los trapos sucios se lavan en casa, lo que hay que preguntarse es si Mariano Rajoy será el próximo candidato a la Presidencia del Gobierno por el Partido Popular.

Repito: la regeneración política española pasa por la muerte y resurrección del Partido Popular. La izquierda representa un peligro mayor pero menor pero menos urgente, porque está cómodamente instalada en el progre-capitalismo.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com