Al acabar el Consejo de Ministros de este viernes se reunía el presidente Zapatero con los sindicatos y empresarios para empezar a consensuar los contenidos de la Ley de Economía Sostenible. Este era el objetivo de la reunión y no tratar de recuperar el fracasado diálogo social. Y por si fuera poco, De la Vega le suelta el último pellizco de monja a la patronal afirmando que espera que haya una actitud constructiva porque además, en las últimas semanas se han modulado o matizado algunas de las posiciones. Por supuesto, su posición en privado, es mucho más beligerante.
Así que la reunión es básicamente una reunión sin contenidos una vez que el Gobierno ha rechazado la propuesta de reformas que los empresarios presentaron antes del verano y las presentadas ante Industria después del verano. Se trata, eso sí, de cómo nos repartimos los 20.000 millones de euros para apuntalar el futuro. O sea, 'regar' a los empresarios amigos y afectos y castigar a los díscolos.
Pero lo llamativo es el oscurantismo de la reunión. Es verdad que Zapatero anunció su existencia y que De la Vega ha descrito sus líneas maestras, pero no ha habido foto, ni toma de imágenes ni rueda de prensa posterior. Probablemente porque no querían que la patronal les chafara la fiesta. La responsabilidad de quedar callado o no es de Díaz Ferrán.
