Sr. Director: 
En la última encíclica, del Papa Benedicto XVI, afirma que la Iglesia tiende a promover el desarrollo integral del hombre. ¿Qué quiere decir?

Por lo que yo he entendido, quiere decir que el auténtico desarrollo requiere, junto a una economía libre y sana, encuadrada por sólidas referencias morales, la promoción de la cultura de la vida, el protagonismo de la familia y el ejercicio de la libertad religiosa. Si no lo entendemos desde esta perspectiva integral, corremos el riesgo de reducir la cuestión del desarrollo de los pueblos a un problema de ingeniería técnica, o a que terminemos presos de un humanismo que excluye a Dios, y que por tanto se vuelve inhumano e incapaz de construir vínculos de solidaridad.

Sólo un humanismo abierto a Dios nos puede guiar en la promoción de formas de vida social que sirvan al desarrollo integral de la persona, en la caridad y en la verdad. ¿No es que con la promoción de leyes contra natura, nuestro Gobierno nos está llevando a lo que pronostica el Papa sino..., a un humanismo inhumano? 

Suso do Madrid

susodomar@gmail.com