Sr. Director:   

En primer lugar, solidaridad y apoyo a las víctimas de la tragedia madrileña. Para ellos, mi pensamiento y rezo. En segundo lugar, y de corazón, me siento muy orgulloso de ser español y de la mayoría de los españoles. Gracias. En tercer lugar, me indigna y me hace sentirme apátrida el Gobierno de este maravilloso país y un alto porcentaje de los que dicen representarnos políticamente. Para ellos, mi más absoluto rechazo e indignación. Siempre, afortunadamente, muy por debajo del pueblo que dicen representar.

En cuarto lugar, felicitarles y animarles a seguir en su cometido diario. En este país dominado por intolerantes, prepotentes, resabios y zafios, congratula ver que ustedes mantienen su línea y su opinión, respetando a los demás. Eso es lo que falta en este Gobierno y en todos los que dicen estar con él. Comento esto, porque suelo leerles y la mayoría de los días no comparto sus planteamientos, pero veo que exponen sus opiniones desde un absoluto respeto y dejando hueco a los que opinan diferente, y eso se echa de menos. Sigan ustedes, por favor, opinando como quieran y respetando otras ideas como hasta ahora. Yo estoy en su línea, aunque no estoy de acuerdo con muchas de sus ideas, pero pretendo vivir en democracia, o en anarquía, pero teniendo una idea presente: cada cual que haga y piense lo que quiera, pero teniendo en cuenta el respeto total a los demás. 

Por cierto, en su argumento sobre el atentado, que me critiquen a mí también porque hice su mismo razonamiento y desde un primer momento dudé (es legítimo dudar...) de la autoría etarra del atentado. La diferencia con los que critican es que si lo hizo ETA, reconoceré mi error y lamentaré igualmente las víctimas, amen de solidarizarme de corazón con el pueblo vasco. Ánimo, amigos, somos muchos los que diferimos, pero respetamos. 

Pedro Acosta 

junpe@arrakis.es