Lo hizo en protesta por los 22.000 niños no nacidos abortados en Cataluña cada año

Los medios informativos han respondido con el silencio.

Como nos los cuenta, en primera persona, transmitidos por terceros, lo contamos: un cura catalán, Joan Manuel Serra, se será  elevado a juicio por tirar pintura roja contra la fachada de la Presidencia de la Generalitat, o sea, el lugar de trabajo del señor Josep Montilla.

Al parecer con gran parsimonia, explicó que lo hizo para recordar a los 22.000 niños que son abortados en Cataluña cada año.

Quizás lo más gracioso es lo que le explicó uno de los mossos: Pero aquí no matamos criaturas, un fiel reflejo del aturdimiento que provoca la aceptación social de la Generalitat. En efecto, por el momento, y salvo que Carod ordene lo contrario, en el Palau de San Jordi no se dedican a prácticas tan sanguinolentas: las promueven y financian, sí, pero no las ejecutan. Eso queda para el doctor Morín y para don Guillermo Sánchez Andrés, el presidente de la Clínica Dator.

Me gusta este cura.

Eso sí, la prensa ni lo menciona. Como diría Juan Luis Cebrián: El silencio no ha matado a nadie. Aunque bien pensado...