Sr. Director:

Los laicistas proponen una enseñanza sin religión pero orientada hacia lo homosexual, con el fin de normalizar y difundir esta tendencia entre los menores. Muchos padres nos hemos llevado las manos a la cabeza: sabemos que los homosexuales sufren trastornos psicológicos y propensión al suicidio, contagio de enfermedades venéreas y frustración en tasas muy superiores.

Parece no sólo absurdo sino suicida intentar captar adeptos hacia esta orientación sexual. Supone además una transgresión de la libertad sexual de nuestros hijos -sí nuestros y no del gobierno-, y una afrenta a nuestras convicciones morales. Tengamos en cuenta que esta iniciativa empujará a los más inmaduros hacia prácticas de sexo que muchos consideramos reprobables.

Montse Camino

meditemar@terra.es